lunes, 4 de febrero de 2013

Think of me fondly

Lo raro de extrañarte, es justamente eso, extrañarte, que ya no estés. 

Supongo que, a pesar de todo, nunca pensé este desenlace. 
No te imaginé afuera de mi vida, ni yo de la tuya. 

Pinchan, duelen esos impulsos inconscientes de mandarte un mensaje para contarte una huevada.

 Porque durante cuatro años lo que más compartimos fueron esas notas de color, que a vuelo de pájaro parecen insignificantes, pero son lo que le dan gusto a la vida.

Te extraño, vaya que te extraño. Te lloro, vaya que te lloro. Te quiero, vaya que te quiero.  

Y es un dolor distinto, es el dolor de quien se resigna ante lo inevitable, de quien no puede más que decir "Buena suerte, ojalá seas muy feliz."


3 comentarios:

Pedro B. dijo...

A veces las palabras sobran...

Fuerza y arriba el animo!

Anónimo dijo...

No pensás que te extraña también?

PauLy dijo...

Si, pienso que si. Como también creo que me quiere y probablemente me llore. Pero a veces no es suficiente y hace más mal que bien...

Life happens