jueves, 28 de mayo de 2009

Patrañas

Ayer descubrí las siguientes patrañas que el modernismo, el consumismo y la sociedad light nos hicieron creer:


"Endorphines make you happy". Las endorfinas no existen. Es mentira que después de hacer ejercicio uno tiene sensación de placer. La única sensación que tengo es que en unas horas me van a doler músculos que no sabía que tenía.
"El cuerpo te lo pide". A mí lo único que me pide el cuerpo es que no salga de la cama cuando hacen menos de 10º.
"Ayuda a liberar toxinas". No sé, pero yo me intoxico cada vez más pensando que la hija de piluso que está en el escalador adelante mío y tiene un culo para el infarto merece morir.
"Mente sana en cuerpo sano". ¿Cómo pueden decir cuerpo sano y me duele hasta cuando estornudo?
"Ir al gimnasio es quererse". Eeeh, para mí más bien es una tortura. Si quieren que hable, átenme a una cinta y pónganme a correr.

Lo que sí. cumplió el cometido. Ya no quiero matar a mi jefe, ahora mis instintos asesinos están dirigidos a la instructora... Zorra.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Shoppingterapia

Resulta que estos días el ambiente en el laburo está muy cargado. O tal vez la que está muy cargada soy yo, porque llegué al límite de mi paciencia y hay cosas que simplemente ya no resisto. Pero hace rato aprendí que hay ciertos lugares y circunstancias en los que es mejor quedarse callado. Claro que eso acarrea que acumule toda la tensión en mi pobre cuellito que no está acostumbrado más que a cargar con una cadenita.

Toda esta introducción para decir que hoy tomé la sana decisión de empezar el gimnasio. Pero el destino (o mi fiaca, como quieran verlo) se interpuso en el camino y terminé evacuando mis pesares de otra sana manera: las compras. Sonriendo y sin apuro, me volví caminando desde la oficina, lo cual cuenta como ejercicio, claro está, e hice alguna que otra parada en algún que otro negocio y adquirí alguna que otra pavadita.

Como si se tratara de terapia conductista, esto de hacer compras parece resolver lo inmediato Igual, mañana, sin falta, me anoto en el gym. La realidad es que largo plazo no sirve, y no hay presupuesto que aguante. Pero, hoy por hoy, mis cervicales me lo agradecen.

jueves, 21 de mayo de 2009

Llamame Bien

Hay situaciones en las que confundirte el nombre de una persona puede ser muy incómodo. Me pasó hace poco de tener que presentarle un amigo a C.I:

Pau: C.I., Emilio
Amigo: Hola, qué tal, Emiliano.
Pau: Eeh, sí, eso.

Por supuesto que nada más complicado que gemir el nombre equivocado. Pocos momentos tan irreversibles e insalvables como nombrar a otro en el punto máximo de la exaltación. Esto no se discute.
Sin embargo, el otro día descubrí (o casi descubro) una circunstancia en que puede terminar resultar casi tan conflictivo. Hete aquí que estábamos en plena y acalorada discusión con C.I, y en más de tres ocasiones tuve que contenerme de no llamarlo por el nombre de mi Ex. Por suerte la pelea fue por MSN, que suele ser contraproducente, pero en este caso me benefició; Porque varias veces mientras pensaba que ponerle (se ve que en algún momento maduré y empecé a pensar antes de escribir) me salía de adentro evocar el pasado. Y si bien no tuve la oportunidad de comprobar el resultado, me imagino que la trifulca habría terminado en una pequeña guerra civil de haber ocurrido.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Pau Recomienda

Sin importar cuan tentador sea, no beber 2 copas de champagne en la Inauguración Oficial del edificio donde uno trabaja, con el estómago semi-vacío (un par de canapés no constituyen una alimentación satisfactoria), y rodeado de jefes y superjefes.

martes, 19 de mayo de 2009

Monologo al Martes

Hace ya diez años, una fría mañana como esta, todavía no eran las 8 de la mañana y estaba parada en la puerta de casa esperando que el papá de mi vecina, compañera de colegio y amiga llegara del garage para llevarnos al colegio, y esbocé una frase célebre: ¿Todavía es martes?

El martes es un día de lo más insulso. Es un día largo por definición, porque el martes no es más que martes. No es tan feo como el lunes, pero todavía falta para que se termine la semana. Nunca nada bueno salió de un martes, no importa lo que diga la propaganda de Lays. Lo único que supieron tener los martes fue ser el día en que pasaban el capitulo nuevo de Friends, y que era la noche para ir a Jobs, mujeres gratis, con una consumisión.

Hoy por hoy los martes no tienen nada que los distinga y haga que uno quiera decir: ¡Qué bueno, hoy es martes! ¿A ustedes se les ocurre algo bueno que decir de los martes? Les cedo la palabra, toda suya...

lunes, 18 de mayo de 2009

Una Histori en Seis Palabras

Mientras decían el último adiós, no podían dejar de sonreirse entre lágrimas. Su vida había sido un ejemplo. No de esos que aparecen en los libros de historia, o que llevan al cine. Un ejemplo para todos los que la recordarían con amor. Había sabido darles, enseñarles, y a la vez, hacerse tiempo para ella. No exigía más de lo necesario. No generaba culpas sin sentido. Supo disfrutar tanto del viaje como del destino. No pertenecía a su generación. No había participado de los excesos del sexo, las drogas y el rock & roll, pero no le espantaban las tendencias nuevas, ni se horrorizaba por lo que mostraba la televisión; aún cuando en su época Madame Bovary era considerada literatura atrevida. Incluso ese momento la encontró rodeada de gente más joven que ella, que a sus 82 años había logrado ser sabia y tolerante, abierta y directa. Así partía una gran mujer. Así todavía hoy se la extraña.



Bueno, he ahí mi versión de la historia. El juego es así, hay que escribir un texto con las seis palabras que aparece resaltadas, y luego pasarselo a 6 mujeres para que hagan lo propio. Pero por lo que estuve viendo, la mayoría ya recibieron el encargo, así que lo dejo para que lo levante quien quiere. Si alguien tiene ganas de hacerlo, siéntase libre para poner que se lo mandé yo y manos a la obra.

domingo, 17 de mayo de 2009

Memorabilias

Ayer, resignada a pasar mi tarde de sábado encerrada en casa, ya que con mi resfrío no era conveniente que anduviera salticando por las calles de Buenos Aires y repartiendo gérmenes cual French y Beruti, decidí abocarme a una tarea a la que hacia rato le venia huyendo: ordenar.

En un ataque de locura vacié mi placard de todo lo que no fuera ropa. A primera vista suena ilógico, pero revisen sus roperos, suelen albergar mucho más que prendas. En fin, desde biblioratos hasta muñecos de peluche, lo que se imaginen. Tenía una vaga idea de con qué me iba a encontrar, dado que cada tanto reorganizo, especialmente papeles; pero nunca había hecho una limpieza tan profunda. Y redescubrí cosas bastante particulares, entre ellas:

-.- Un rompecabezas de Pinoccio que me regalaron para un día del niño hace más de 15 años, todavía con todas las piezas.
-.- Mi delantal de 7mo grado, que todavía me entra, firmado y dibujado por todas mis compañeras (colegio de monjas, sólo mujeres), una verdadera obra de arte.
-.- El rompevientos que me había comprado para ir al viaje de egresado de 7mo, todavía me acuerdo el día y el lugar.
-.-El primero osito que me regaló mi primer novio.
-.- Mis boletines de 1ero a 5to año.
-.-El disfraz que usé en mi fiesta de egresados, pendeja de mierda, estaba en bolas!
-.-Agendas y diarios íntimos, muchos.

Muchas cosas las tire o regalé, pero hubo otras que simplemente no pude, y las volví a guardar en una caja, hasta la próxima limpieza.


PD: Café con Tostadas y Vicky me dejaron deberes. Entre esta noche y mañana cumplo chicas!

viernes, 15 de mayo de 2009

Peor que la N1H1

Con los primeros fríos se disparan las ventas de antigripales y carilinas. No quiero pensar lo que van a costar los pañuelitos si en dos días se acabaron los barbijos... en fin...

¿Les conté alguna vez por qué odio estar resfriada? Estás más cansada que de costumbre. Te duele el cuerpo. Se te dificulta respirar por obstrucción parcial de las fosas nasales. El estado gripal es inminente. Pero no. La temperatura no sube, la fiebre no llega. Pero la tos sí. Los ojos colorados, chiquitos. La nariz congestionada. Una capa de bollitos de papel tisú cubren tu escritorio, bajo el cual se encuentran todas las cosas que deberías estar haciendo a pedido de tu jefe. Porque claro, un resfrío, por fuere que sea, no es motivo suficiente para no salir de la cama y venir a ganarse el pan de cada día. Por lo menos mi conciencia no me lo permite. A la décimo quinta vez que estornudas la gente ni se molesta en desearte salud. Es más, te empiezan a mirar con desconfianza y te hablan desde lejos. ¿No tendrás la porcina, no? Tu cerebro más lento que de costumbre registra sólo la mitad de lo que se te dice, y entiende un cuarto. Cansados de repetirte las cosas un mínimo de 3 veces te preguntan: ¿por qué no te quedaste en tu casa recuperándote? Y vos, además de sentirte una boluda, te cuestionas exactamente lo mismo.

jueves, 14 de mayo de 2009

Mañanero Invernal

+ Mi capacidad de salir de la cama es inversamente proporcional a la temperatura.
+ Un sueño perturbador no ayuda al dulce despertar.
+ Es cierto que el viento frío matutino ayuda a despabilarse, pero prefiero mi cara de dormida.
+ Lo bueno de que se usen las remeras largas es que no te entra el chiflete por la cintura.
+ El comentario de todos mis compañeros de oficina me hace pensar que el viento matutino no era lo suficientemente fresco.
+El que yo haya llegado 20 minutos tarde y haya sido la primera me dice que no soy la única que padece del síndrome del inversamente proporcional.

martes, 12 de mayo de 2009

Lo que hacen...

... un par de botas y una pollera.

Chicas, consejo, si una mañana se levantan con el autoestima medio baja, calcense un par de botas de caña alta y una pollera. No tiene por que ser nada demasiado gatuno, una pollera un poco más arriba de las rodillas does the trick.

Soy bastante realista, sé que tengo buen escote y feas piernas. Es una realidad. Pero se ve que el ojo masculino (corríjanme si me equivoco) sufre algún tipo de ilusión óptica frente a la combinación antedicha, y sin importar que sea lo que haya entre el calzado y la prenda, acuta como centro gravitacional de miradas. Desde chiflidos hasta propuestas de casamiento pasando por:
-Una invitación a tomar una cerveza que tuve que declinar con pena, era bonito el muchacho
-Un señor septuagenario que me dijo, y cito: "Qué linda, estás para matarte." A lo que, por supuesto, respondí con mi mejor cara de ultrajada: ¡Podría ser mi abuelo! (si le generé un trauma, que se joda por viejo verde).

No deja de llamarme la atención, porque, valga la redundancia, mis piernas jamás llaman la atención, por lo menos no en forma positiva. Pero, ¿quién soy yo para contradecirlos?

No son para todos los días, pero cada tanto hace bien sacar a pasear las botas. ;)