Al menos lo cerré on my own terms. Ese ápice de madurez y amor propio que cada tanto sale a flote hizo que esta vez el límite lo ponga yo. Es sencillo dejarse dominar por la razón, su lógica es incuestionable. Fría, sensata, ininmutable ante el corazón que me latía a mil por hora, los dedos me temblaban, pero tipearon todo lo que se les dictó. Un "Suerte"hizo las veces de punto final.
Satisfecha con la sensación del deber cumplido, la razón se fue a dormir. Y por supuesto que ya me arrepiento de haber cerrado la puerta. Sé, sé que hice bien, que es para mejor, que no puedo avanzar si sigo arrastrando esta historia. Lo sé, pero me niego a entenderlo y aceptarlo; porque tal vez sea inteligente, pero claramente no soy sabia...