viernes, 1 de octubre de 2010

Gracias por Fumar

(Un título un poco irónico, lo sé, pero la ironía no deja de ser una forma de resguardarse a uno mismo)

Un poco siguiendo la linea del post anterior, hablando de las decepciones en general y en particular, está esta que duele jodido, la de los amigos.

Hablo decepción, no traición. Esa actitud, acción u omisión que muchas veces ni siquiera registran. O tal vez lo que no registran es lo que dicen: "estoy para lo que necesites", "cualquier cosa llamame, sabés que estoy", y similares.

Si me decís eso, te voy a creer, por el simple hecho de que si yo lo digo, es y va a ser así.

Si me decís eso y cuando te necesito no figurás -ya sea porque ni apareces o porque mandás el sms, twit o mensaje por msn de compromiso-, no sé si me voy a enojar, no sé si algún día te vas a enterar. Pero sabé dos cosas: la primera, es que le estás sumando 100 puntos a lo mal que ya me siento; y la segunda, es que perdiste mi confianza.

Pedir ayuda cuesta. Me cuesta. Y una vez que me encontré frente a una puerta cerrada, creeme, no voy a volver a golpear.

4 comentarios:

Café (con tostadas) dijo...

patada durísima en la boca de mi estómago esa frase de cierre.

Estoy en un momento más o menos así. Con lo que me cuesta pedir ayuda, cuando confío en el 'estoy para lo que necesites' y no se cumple... duele, sí.

pero lo que más jode (como decís vos) es que no hay marcha atrás.


PUAJ!

Horacio dijo...

sí, bien de forro es decir eso de compromiso y después hacerse el boludo

creo que la onda es detectar cuando lo dicen en serio o por decir nomás, para no ensartarse

Martín dijo...

Ayudar a pedir ayuda.

PauLy dijo...

Cafe: es que la confianza es más dificil de reconstruir que el muro de Berlin, y creo que menos aconsejable

Horacio: Si, pero cuando no es obvio y te agarra desprevenido es jodido

Simple Blog: Más bien seria ayudar a prestar ayuda