miércoles, 19 de septiembre de 2012

Snipets

El otro día tuve una experiencia de lo más agradable. Sonó el despertador, abrí medio ojo, apreté el botón de snooze y seguí durmiendo. Este ciclo se repitió unas seis veces. No es necesario aclarar que llegué tardísimo al trabajo.

Lo interesante, sin embargo, fue que en cada uno de esos intervalos soñé algo distinto. Fueron como mini sueños, equiparables en su duración e independencia a los cortos de Pixar previo a que comience la película.  Todos diferentes, sobre situaciones cotidianas, algunas incluso que debería atravesar ese mismo día. Atribuyo a eso último el hecho de no encontrarme en un estado total de incociencia, sino más bien en ese  momento indefinido entre el sueño y la realidad. Y debido a ello también es que, asumo, recuerdo con claridad cada una de esas breves proyecciones.

Hasta ahora no me volvió a pasar, pero me pareció un momento simpático, como el nombre que decidí darle, snipets

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