Una tardecita de esas, cuando todavía no es verano, pero el cambio de estación se siente en el ambiente.
De esas que dan ganas de salir a caminar por alguna costanera, hasta que se termine de poner el sol y esté demasiado fresco para el saquito finito que bastó para todo el día.
De esas que después del café, viene la segunda ronda de mate, y el asado al medio día siguió hasta convertirse en empanadas para la noche.
De esas que hacen olvidar que es domingo, que al día siguiente hay que trabajar, o estudiar, o ambas.
De esas que por lo escasas valen tanto.
Una tardecita de esas, como la de hoy, que quiero compartir con vos.
2 comentarios:
Y dónde esta que no aparece a acompañarte en esa tarde?
Estaba de viaje, pero ya volvio :D
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