¡Y Que Los Cumpla Muy Feliz!

Hoy es mi vigésimo tercer cumpleaños, mierda que estoy vieja.

Y volví a la vieja costumbre que ya hace años mi madre denominó "Las Bodas de Caná". Explicación: a mi me gusta festejar mi cumpleaños mucho. Si, no es que me gusta mucho festejarlo, sino que me gusta hacer muchas cosas ese día y los que siguen. Así que la fiesta empezó anoche, con cena y bailer entre amigos. Hoy a la tarte, más comida con amigas y después más comida con la familia. (Y el domingo me internan para hacerme un lavaje de estómago). El lunes hay un pequeño "agapé" en el laburo para festejar los cumpleaños de febrero. Pero la FIESTA es el viernes que viene, y cierra el ciclo de Cumpleaños de Pau 2008.

Así que están todos invitados a pasar por aquí y saludarme. :D

¡Y FELIZ CUMPLE PARA MÍ!

Esta Juventud NO está perdida

(Yo sé que por este post me voy a comer más de una gastada, pero esto tiene que ser dicho, y quienes me concocen saben que debo ser yo quien lo haga.)

En un acto en el que no estaba presente decretaron que yo tenía que hacerme cargo de la parte "hot" de la despedida de soltera de una amiga. Entonces, hoy salí del laburo y me dirigí a la Bond Street donde recordaba de mis años de adolecencia cuando frecuentaba esa zona (todavía no entiendo por qué ya que no tengo ni tatuajes ni peercings, ni consumo ni consumí ningún tipo de estupefacientes, ni me visto con ese tiepo de ropa ni... en fin...) que en el subsuelo de esa galería había un Sex Shop a cuya vidriera me había asomado tímidamente alguna que otra vez.

Pero cual no sería mi sorpresa cuando llegué a destino sólo para descubrir que la ventana iluminada de rojo, de donde colgaban telas del mismo tono y se exhibían maniquies semidesnudos, había sido reemplazada por una casa de cremas para el cuerpo, rosas, brillantes e inocentes; una casa de ropa y una peluquería.

Totalmente desconcertada me alejé del lugar pensando que la rebeldía adolecente ya no es lo que era y que esta juventud no está tan perdida como dicen!

Uno Más, Y Van...

Ya perdí la cuenta de cuantos posts le dediqué, pero es que en serio, se lo merece. Es San Valentín ya, y esto va a una persona que realmente amo como a un hermano.

Porque es la única persona capaz de abrazarme estando en otro hemisferio.

Porque sabe cómo levantarme el ánimo y el autoestima.

Porque siempre me saca una sonrisa, aún entre lágrimas.

Porque entiende lo perfecto de una cerveza en Plaza Serrano una noche de primavera.

Porque sabe que si no es europeo no hay que tocarlo.

Porque es el único por quien cruzaría el globo para ir a comer sushi.

Porque puedo decirle todo estoy mucho más y no lo va a interpretar.

Por todo esto y mucho, mucho más: ¡TE QUIERO JACK! Te dedico este post en este día, vos sabés por qué.

Te extraño, ¿volvés?

La Gota Que Revalsó El Vaso

Ayer no fue uno de mis mejores días. Hace días que duermo mal, acaso por el calor, acaso por todo los que tengo dándome vueltas en la cabeza (temas que en otro momento y con más calma abordaré). Por tanto, cuando llegué del trabajo me tiré a dormir un rato, pero en lugar de despertarme reparada y lista para enfrentar la noche complicada que tenía por delante, mi subconciente no tuvo mejor idea que sumergirme en una seguidilla de sueños confusos y enmarañados, de esos de los que te despertas con una sensación de vacío y malestar que te dura hasta el siguiente encuentro onírico.

Así como estaba, malhumorada y fastidiada, salí a comprar lo que me había comprometido a llevar esa noche. Pero antes de llegar al super, no tuve mejor idea que pasar por la modista a buscar unos pantalones mios que mi vieja me había dejado para cortar (mi metro cincuenta y cinco me obliga a hacer eso bastante seguido).

Pau: Sí, hola, vengo a buscar unos pantalones que deje para hacerle el ruedo.
Modista (vieja chota con cara de ojete): A ver... (le doy la factura). A sí, acá están. Los trajo Celina.
Pau: Sí.
Modista: (Extendiendome la bolsa con cara de desconfiada) ¿Vos qué sos? ¿La hermana?
Pau: .... La hija.

Agarré mi bolsa, pagué y me fui.

Digo yo, ya había tenido un día lo suficientemente de mierda... ¡pero que piensen que soy la hermana de mi vieja es demasiado!

¡Me Empomaron En Plena Av. Las Heras!

¡No, pervertidos, no es lo que están pensando!

Resulta que salí con una amiga a tomar un helado. Cuando estábamos volviendo paramos en un semáforo esperando para cruzar y se nos acerca una camioneta con dos flacos. Yo pensé, y mi amiga después me dijo que ella también, que nos iban a preguntar una dirección o algo por el estilo. Pero resulta que cuando estuvieron a una distancia prudencial el que venía del lado del acompañante saca por la ventana un pomo de espuma y nos rocía intégras a mi amiga y a mi.

Al unísino nos miramos y largamos terrible carcajada al grito de: ¡Feliz Carnaval!

Después de todo, la noche estaba bárbara, acabábamos de disfrutar un buen helado e íbamos rumbo al cine... ¿para qué amargarse por un poco de espuma?

Del Trabajo Y No Tanto...

Lo bueno de tener un trabajo nuevo es que me provee no solo la excusa sino también los medios para ir de compras. Después de todo, tengo que estar presentable en la oficina.

Pero el mio, que es un trabajo fantástico, además de eso me da el tiempo para hacerlo ya que tanto hoy como mañana es feriado por carnaval :D

¡Así si vale la pena que se terminen las vacaciones!