Situación: Colectivo, 8:10 de la mañana. Yo parada frente a esos asientos que están enfrentados, dos miran para la proa del colectivo, dos para la popa.
Señor mayor, bastante excedido en peso, decide levantarse de uno de los que miran para la popa. El colectivo, con la delicadeza que suele caracterizarlos, elige ese preciso momento para frenar. Señor mayor pierde el equilibrio y cae sobre Señora mayor, bastante excedida en peso, que estaba sentada en uno de los que miran para la popa. Avergonzado, Señor mayor se incorpora y mientras camina hacia la puerta dice "Disculpe Señora, fue la frenada". A lo que Señora mayor, indignada, responde "¿Me rompiste el dedo y decís que no fue para tanto?"
Señor mayor, bastante excedido en peso, decide levantarse de uno de los que miran para la popa. El colectivo, con la delicadeza que suele caracterizarlos, elige ese preciso momento para frenar. Señor mayor pierde el equilibrio y cae sobre Señora mayor, bastante excedida en peso, que estaba sentada en uno de los que miran para la popa. Avergonzado, Señor mayor se incorpora y mientras camina hacia la puerta dice "Disculpe Señora, fue la frenada". A lo que Señora mayor, indignada, responde "¿Me rompiste el dedo y decís que no fue para tanto?"
Y después nos preguntamos por que estamos como estamos...
2 comentarios:
jajajajaja
cómo? qué llueve? jajajajjajaa
perdón, me hiciste acordar TANTO de una profesora de quinto año! aydió.
La gente esta nerviosaaaaaa!!!!
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