Uno de mis lemas -sí, tengo varios- es que no existe el histeriqueo inocente.
No señores, acabemos con esta farsa. Una cosa es hacerle ojitos al IT guy para que te cambie el teclado que supiste arruinar volcándole más de una taza de café, y otra muy distinta es buscarlo en Facebook y postearle en el muro algo así como que debe ser un hijo no reconocido de Bill Gates porque es un genio de la informática. El primero es un coqueteo teledirijido; el segundo es lisa y llanamente histeriqueo.
Afrontémoslo, cuando hay ganas, hay ganas. No las ocultemos detrás de falsas amistades o clichés tales como: "Ay, es que es super interesante para hablar" o "No, cero onda, nos mensajeamos todo el día porque nos gusta la misma música/series/clases de insectos." Ahí es cuando empieza a sonar el Flirt Alert.
Ojo, bajo ningún concepto estoy diciendo que esté mal. Al contrario, flirting is fun. Cada uno sabrá si corresponde o no. No estoy aquí para juzgar a nadie. Lo único que digo es: Hagámonos cargo y aceptemos las consecuencias.